Quizás estés pensando que lo primero que necesitas para conseguir que el dinero trabaje para ti sería contar con una cantidad elevada de capital, pero no es así. Lo primero que vas a necesitar para conseguirlo es aprender a gestionar correctamente tus finanzas, ya que muchas veces, el problema no está en la cantidad de dinero que ganas, sino en lo que haces con él.

Unas finanzas sanas son la fórmula esencial para poner tu dinero a trabajar

¿Cómo empezar a poner tu dinero a trabajar?

La forma más sencilla de empezar a administrar bien tu dinero es la elaboración de un presupuesto. 

A todos nos ha pasado alguna vez que hemos empezado el día con 20€ en el bolsillo y al acabar vemos que ya nos lo hemos gastado todo… y la pregunta del millón ¿en qué nos lo hemos gastado? Con la elaboración de un presupuesto podrás corregir estas situaciones.

 ¡Apunta todo!

El primer paso que debes tomar para elaborar un presupuesto es empezar a planificar y organizar toda la información.

Elige qué herramienta utilizarás para la elaboración de tu presupuesto, puedes usar Excel o simplemente coge un papel y empieza a apuntar todo de forma clara.

Ten en cuenta tus fuentes de ingresos

Empieza por los ingresos fijos,anota de dónde vienen, cuál es su cuantía y con qué frecuencia llegan dichos ingresos.

Deberás tener en cuenta también los ingresos variables, como por ejemplo, el pago de horas extra o alguna comisión obtenida.

¡Cuidado con los gastos!

Anota todos los gastos fijos con los que cuentas, elabora un plan de gastos mensuales . Para que no se te olvide ninguno, empieza anotando aquellos que son fijos mes a mes como pueden ser: alquiler o hipoteca, gastos de transporte, gastos básicos, etc.

A continuación, empieza a ver cuáles son los gastos variables que tienes durante todo el mes, que mayoritariamente están destinados a ocio. Quizás no sepas cual es la cifra exacta de este apartado, pero puede resultarte de ayuda acceder a los datos reflejados en tu cuenta bancaria o bien consultar tickets o recibos acumulados.

Calcula el presupuesto resultante

Tan fácil como sumar y restar. Suma todos tus ingresos y todos tus gastos, después solo tendrás que restar ingresos menos gastos, ¡y listo!

Así verás el resultado de ahorro que obtienes mensualmente.

Decide qué gastos vas a eliminar

Una vez visto el resultado anterior, deberás decidir y ser crítico contigo mismo. Verás cuales son esos gastos que puedes eliminar y cual es el saldo exacto que puedes ahorrar al mes.

Puedes utilizar una plantilla de este estilo para la elaboración de tu presupuesto:

Salda tus deudas, para conseguir que el dinero trabaje para ti

Ten en cuenta esas deudas pendientes, ya que pueden ser el principal impedimento para la consecución de tus objetivos.

La prioridad debe ser siempre liberarse cuanto antes de las deudas que soportan los intereses más elevados. Representan un lastre para conseguir los objetivos financieros que nos marquemos.

Invierte tu dinero para que empiece a trabajar

Una de las formas de conseguir que el dinero trabaje para ti es a través de la inversión. Ten en cuenta que expondrás tu dinero a un cierto riesgo, (puedes eliges qué porcentaje de riesgo quieres correr), pero como compensación obtendrás un rendimiento.

A la hora de invertir debes tener en cuenta lo siguiente:

La diversificación

Es muy recomendable que diversifiques, no apuestes todo a lo mismo, si repartes el dinero en varias opciones tendrás menos riesgo y más oportunidades.

Si inviertes en distintos productos podrás elegir entre varios porcentajes de riesgo, por ejemplo, puedes optar por poner una cantidad de dinero a más riesgo y otra con menos riesgo e ir probando a ver que resultados obtienes.

 Distintos productos de ahorro e inversión

Existe una gran variedad de productos que pueden ayudarte a conseguir que tu dinero trabaje para ti.

• Activos de renta fija y renta variable: diversificando entre lo diferentes productos financieros y aseguradores.
• Planes de pensiones y PPA: este tipo de producto te ofrecerá rentabilidad a largo plazo. Se basan en aportaciones realizadas por el cliente de forma periódica o puntual que tendrán unas condiciones de riesgo fijadas en el momento de su contratación.
• Fondos de inversión y ETF: es un instrumento financiero que permite al inversor obtener rentabilidad desde cuantías mínimas, adaptándose a las necesidades de cada usuario.
• Seguro de ahorro e inversión: Unit Linked, PIAS, SIALP, etc.

Asesórate

Es muy importante que te dejes aconsejar por alguien que tenga experiencia en el mundo de las finanzas y sepa qué opciones son las más recomendables según tu perfil de riesgo, tus necesidades vitales, tus objetivos financieros y el horizonte temporal de la inversión. Alguien que te ayude a elaborar un plan financiero…

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